martes, 16 de abril de 2013

Mujeres memorables (22/01/2011)

A Eleanita Gutierrez Villaverde, a Esther Castañeda, a Luz Ketty Pelaez Carpio, a mi hada Madrina y a mi abuelita Shato

Magaly Vera


He conocido muchas mujeres en mi vida, pero una en particular me enseño a ver la vida diferente, con esos enormes ojos azules que te mostraban otro cielo, no el gris de Lima. Y es que es así, cuando no nos va bien en algo, pues es bueno reinventarse, no echarse a llorar. Y así es ella. La conocí hace muchos años, 12 para ser exactos en la cola de la matrícula para la Maestría en San Marcos. Y la conocí con otro aspecto, y la vi transformarse a sus más de 50 años de una oruga en una hermosa mariposa. Y vaya que no tiene que envidiar a ninguna jovencita, tiene una belleza madura y un cuerpo de diosa que deja enseñar en esas infartantes minifaldas que usa y que por cierto, le quedan estupendos. Y que hace que muchos jóvenes y caballeros volteen a verla cuando pasa.
Y es que además de guapa, rubia, de unos cabellos dorados hermosos, es inteligente y gana lo que le da la gana. Es auditora, contadora, madre de 2 jóvenes, amiga y mucho más. Así que imagino muchas doncellas la envidiarían, no solo en el puesto de trabajo que tiene, sino en el corazón de su macho mejicano que tiene de pareja. Y es tan hábil que incluso a la parca la ha espantado, acaba de salir airosa de varias quimioterapias que en nada han opacado su belleza serena y el otro año se casara. No ven, es un ejemplo de mujer que no se dejó morir cuando su primer matrimonio termino en divorcio. Recuerdo como pensaba que nadie se fijaría en ella, pero ya ven, hasta se dio el lujo de elegir de entre varios candidatos. Eres mi musa Eleanita Gutierrez Villaverde.

Otra mujer memorable, es Esther Castañeda, quien fue mi profesora de literatura en San Marcos. Recuerdo que tenía unos 16 años y ya andaba desilusionada de muchas cosas, pero ella cual hormiga laboriosa, paraba investigando, dándome consejos de que hacer para despejar mi mente atormentada. Ya después cuando la enfermedad hizo estragos en su cuerpo (tenía un tumor en el cerebro que anulo su capacidad motora y solo se movilizaba en silla de ruedas), pues la visite en su casa y no hablaba bien, solo balbuceaba, pero decía mucho con sus gestos y señas. Es más, tenía una agenda planificada para todo el año. En enero tenia presentaciones, en febrero pues aniversario de su revista Magdala, y así, cada mes más ocupado que el anterior. Mi admiración hacia ella fue mayor. La acompañe a su última presentación en vivo. Unas amigas del Ministerio de la Mujer (no sé porque lleva ese nombre, me parece excluyente pero en fin) iban a realizar el Aniversario del Colegio de Sociólogos en la Biblioteca Nacional en San Borja, y curiosamente habían sido compañeras de estudio de Esther, así que la buscaban para que exponga sobre Mercedes Cabello y Clorinda Matto de Turner en el evento, y no sabían cómo encontrarla. Obviamente, fui le nexo. Ella aceptó hacer la disertación, pero con la única condición que yo la lleve y que yo lea el discurso. Estaba mal de la garganta, y ese día tenía planificado viajar con mi amado, un hermoso príncipe de ébano; pero aun así acepte y disfrute leer su investigación.  Es que la enfermedad solo mello su cuerpo, no su mente que siguió siendo tan lúcida como siempre. Su sonrisa, sus ojitos vivaces, la hacían digna de mi admiración y respeto. No la acompañe sus últimos tres meses, falleció en febrero del 2010, pero nunca la olvido. Era extremadamente cariñosa. Milagros Carazas siempre se quejaba de que de ella no se aprendió su nombre de memoria como el mío y eso que trabajaron juntas en San Marcos. Es que supongo que es porque (una vez me lo confeso), soy la única que le llevó un ramo de flores en su vida. Y es que a su primera operación, llegue tarde al hospital. Ya habían cerrado la reja principal y estuve en la puerta conjunto con Hiromi, tratando de que el portero se compadezca de nosotras y nos deje entrar. Ella con carne de visita y yo en cambio, solo con mi ramito de flores. Pero no era cualquier ramito, me demoré casi una hora escogerlo, tenía un macetero y unas flores que me impactaron porque nunca las había visto, además habían sido organizadas de una forma hermosa. Felizmente pude ingresar al hospital. Mi contextura delgada hizo que atraviese las rejas con tranquilidad, sólo el macetero se atascó, pero tuve cómplices, unos niños que hacían lo mismo y del que yo copie su forma de ingresar. Así que ya arriba me instale y espere a Hiromi. Esther me dijo que nunca nadie le había dado ese presente, así que supongo por eso siempre repetía mi nombre completito. Además que era mi amiga y consejera. María, la mujer que la acompaño más de 20 años, me conto que el gran sueño de Esther, era ser Rectora de San Marcos, y quizás lo hubiera logrado de no ser por su enfermedad. Fue la primera mujer en ingresar como docente en Literatura, rompió la tradición masculina y dejo luego, ingresar a otras damas en su lugar. Realmente su partida me dolió mucho. Ahora tengo que vérmelas sola cuando tengo alguna penita. Te extraño mucho amiga mía. Llegue tarde también al sepelio, pero sé que tú no te enojaste conmigo por eso.

Luz Ketty Peláez Carpio, fue otra gran mujer a la que tuve la suerte de conocer. De gran linaje y de una especie en extinción, de las que se dedican toda la vida a construir un mundo mejor. Luchadora social infatigable de mi distrito, San Juan de Lurigancho. Siempre la encontraba en la Municipalidad, haciendo su labor, evaluando, aprendiendo. Siempre con metas, nunca sin una. Incluso cuando el cáncer hacía estragos en su cuerpo, pues se propuso casarse de religioso. Puso la fecha. Su esposo pensó que no llegaría a ese día, pero fui la invitada y vi a mi amiga cumplir su deseo. También se propuso techar su casa antes de morir y no sé qué otras metas más. Imagino que todas las cumplió como siempre. Así era ella, decidida. Recuerdo que a pocos meses de caer en cama y cuando ya se sabía el diagnostico, pues la visite. Su hija me dijo algo que aunque me doliese era cierto: ”al inicio, todos vendrán, pero ya después, cada uno hará su vida y se olvidarán de mi madre”. Y así fue, la única que quedo a su lado hasta el final, fue Saturnina Flores, su eterna amiga con quien imagino aun conversa.
Recién ahora reviso la extensa curricula profesional de Ketty y me quedo admirada. Era socióloga, con maestría en Administración y Gestión Municipal, egresada también de derecho, pero era sumamente humilde y sencilla en su trato. Fue quien creó la coordinadora multisectorial de infancia y familia, la que permitió el sistema de participación ciudadana en San Juan de Lurigancho, fue la fundadora de la Casa de Refugio “Hoy por ti mujer”, fue secretaria técnica de las ONG en mi distrito, asimismo fue la fundadora del Asentamiento Humano “Eduardo La Pinella” y de muchas iniciativas más. Y fue quien llevó a las Mesas de Concertación, a ser una de las mejores no solo de Lima sino de Sudamérica, modelo incluso a emular. Qué lástima que su lucha fuera en vano, ahora no hay mesas así en mi distrito. Por todo eso, era una idónea candidata a nuestro congreso. No necesitaba ponerse un 13 en su nalga ni nada por el estilo, solo que como siempre, elegimos lo peor, le dimos la espalda a un ser maravilloso. En el 2005 cuando se presentó de candidata al Congreso, no tenía nada que pensar, me encargue de apoyarla consiguiéndole entrevistas en las radios amigas en las que trabajaba, es que merecía nuestro voto. Era intachable e incorruptible, pero sobretodo con una trayectoria impecable y amplia currícula, algo que a muchos les falta; y no pregonaba lo que era, lo demostraba todos los días con el ejemplo. No sé cómo mi amiga sacaba tiempo para todo y para todos. Era esposa, defensora de nuestros derechos, luchadora social y encima madre de dos hermosos hijos.  Yo en cambio fui egoísta, no luche con ella en ninguna de sus batallas sociales. Solo me preocupe por mí y mi familia. Recién ahora ingreso al partido en el que ella estaba. Tengo mucho aun por aprender ahí, pero si ella pudo hacer todo lo que hizo, pues espero al menos igualarla, ya que superarla, lo dudo. Con su partida, Ketty se inmortalizo, por eso una Escuela de Líderes para el desarrollo y un colegio, llevan su nombre.

Mi madrina Marina Capcha, también está en esta lista. Ella nos dio cobijo a mí y a mi madre cuando llegamos a Lima. Nos alquiló su cochera que fue sala, comedor, cocina y todo en sus 20 m2. Una mujer sin mayor educación que el cariño y los valores que sus padres le dieron, pero que es lo más importante en la vida de una persona. Se levantaba tempranito ya que vendía en el mercado y hacia unos tamales deliciosos. Lo que más recuerdo, es su historia de amor. Mi padrino ya estaba con más de 40 años a cuestas y cada año viajaba a Huánuco con su taleguita en el hombro. Así que sus padres le increpaban que cuando llegaría con una mujer y con una maleta y no ese costal blanco. Así que se asustó de tantas advertencias y le rezo a Santa Rosa de Lima. Apenas llego a Lima, estaba mi madrina esperándolo. Así que él puede dar fe que los santos son más rápidos que un e-mail, por eso tiene una imagen suya en la entrada de su casa hasta hoy. Ahora son consejeros familiares en Comas por ser una pareja ejemplar. Nunca los vi discutir por nada, ella con su infinita ternura y él con su eterna paciencia y su guitarra. Nunca olvidos los hermosos huaynitos que nos regalaba cada tarde, es que tuve la suerte de vivir con ellos una parte de mi vida.
Marina es una mujer llena de valores y virtudes y desborda eso en su trato, así que merece estar en mi Olimpo de mujeres memorables, además es mi madre de reemplazo, es mi hada madrina, mi madrina.

Otra mujer que admiro, es a mi abuela, a Saturnina Tovar Navarro, una mujer que ya pasa los 80 años y con una inteligencia e ironía que me hace sentir viejita a mí. Es bajita y delgada pero de una habilidad mental que ya cualquier muchacho envidiaría. Puede multiplicar rápidamente sin equivocarse hasta ahora. Aun no quiere enseñarme su técnica y eso que es analfabeta. Y sola crio a 6 hijos, claro que con una educación espartana, pero a cambio llena de historias mágicas de la sierra. Siempre tiene una respuesta a todo, nunca esta quieta incluso ahora. Para viajando y sin compañía ya que aduce no es opa y no esta vieja. Así que le hacemos caso sino en verdad no quisiera merecer un insulto suyo. Así es ella, imparable y sin freno, no va a cambiar ahora.

Bueno, conocí a muchas mujeres memorables solo que me faltaría blog para mencionarlas, por eso solo escogí en esta oportunidad a cinco que marcaron mi vida.


 

 
Eleana Gutierrez Villaverde


Ester Castañeda









Esta foto se la tome cuando le hicieron un homenaje en el local de Brisas del Titicaca.

Luz Ketty Pelaez Carpio


 Saturnina Tovar y Lucinda Macha (mi abuelita y mamita)

viernes, 31 de agosto de 2012

Recepcion de propuesta de ponencias para Inscripción de Narradores orales


Tercer Seminario de Tradición Oral y Culturas Peruanas
Memorias de la Amazonía y el caucho – Encuentro de Narradores orales
Homenaje a los 40 años de Biblioteca Campesina de Cajamarca

Huaraz, del 1 al 2 de octubre 2012
 Lima, del 3 al 5 de octubre 2012

CONVOCATORIA


En 1992 un núcleo de intelectuales del norte del Perú lanzó la propuesta de evaluar el tema de la tradición oral en el marco de las culturas contemporáneas, examinar la recuperación de la cultura popular, los métodos de trabajo y las tradiciones como expresión de representaciones. Paradójicamente, el evento que nació en un contexto de reflexión sobre el Perú que se desangraba desde los años 1980 por el fuego de ambos bandos, no propició un debate más profundo sobre el entorno de la producción de la tradición oral que vivíamos. Una década después, se volvieron a juntar y plantearon la necesidad de revisar y saber que había pasado en estos últimos años. En octubre de 2002 se realizó la segunda versión nacional que puso de relieve el testimonio oral, la oralidad quechua del Manuscrito de Huarochirí, los universos amazónicos y del Valle del Mantaro.
Diez años después, nuevamente reunidos, convocan y centran su atención en los puntos de inflexión y en entrever que travesías tomarán las tradiciones orales en el que las culturas y el mundo tradicional indígena asume relevancia; en el que las cicatrices abiertas por la guerra interna finisecular ha inscrito una memoria sobre la violencia y al mismo tiempo ideas del desarrollo del país. No menos importante, es el predominio acentuado de las tecnologías de la información y comunicación que han invadido las prácticas comunicativas en las urbes y hasta en las comunidades más insospechadas, asunto que plantea configuraciones diversas de recrear las tradiciones orales afectando nuevamente la cultura y la oralidad tradicional.
Corresponde preguntar sobre la tradición oral en los tiempos de una modernidad que aparece atractiva pero terriblemente violenta que insiste en expresarse de modo propio que cuestiona la racionalidad imperante. También es tiempo de pensar en lo sucedido en los últimos 30 años respecto a la tradición y memoria de los pueblos, no sólo andino sino en todo el tejido nacional que recupera lo costeño y amazónico; y al mismo tiempo, meditar si se avanza hacia una reflexión propia –una razón, diríamos– que permita explicarnos desde este lado del mundo lo que ocurre con nuestras culturas.
El Tercer Seminario Nacional de Tradición Oral y Culturas Peruanas se convoca –siempre– presididos por el espíritu de una época, que asume las encrucijadas de la tradición oral y lo que se avizora será decisiva para su proyección desde su quehacer disciplinario y arraigo en sus fuentes de origen, de donde surge y le es inherente. Desde donde se reproduce al calor de las temperaturas de sus gentes y de cómo lidian con el escenario, el tiempo, las tecnologías e ideologías. Que incluye, desde luego, sus sinsabores y sueños más inadvertidos.  Lo que la escuela trajo a nuestras comarcas  y como continuaron los saberes ancestrales o se fueron configurando nuevos saberes locales. El evento se convoca alrededor de estos temas y por el estatus de país antiguo con larga trayectoria cultural y por su tendencia a descubrirse, pugnará, esto que llaman con insistencia, a modo de nueva racionalidad, la interculturalidad; una de esas agenda que desea abordar serán las  relaciones de las tradiciones orales y las culturas con sus sabiduría ancestrales y locales con la educación, y en el mismo sentido, cómo la escuela –que uniformiza- se relaciona con la comunidad. Será una ocasión especial para evaluar su consistencia y sostenibilidad y aquello que está alrededor de ella glorificándola o recreándola, añadiendo nuevos epistemes en su espíritu para conservarla o desecharla, o acaso apuntalar nuevos sentidos a las formas en que viven y sienten las poblaciones alrededor de su mundo cultural y su destino civilizatorio.
El Tercer Seminario Nacional de Tradición Oral y Culturas Peruanas, ciertamente, está abierto a los temas e inquietudes de sus investigadores, estudiosos y a los propios narradores orales de los diversos confines de la América nuestra. Nada le es ajeno y quedan convocados todas y todos para que con ojos de zahorí y alma del más acá, intentemos una mirada sugerente a los procesos de la tradición oral y culturas peruanas de un país tan singular por su historia, tradición y su preeminencia oral.
Ejes temáticos:
<!--[if !supportLists]-->1.      <!--[endif]-->La reflexión teórica sobre la tradición oral y la memoria
<!--[if !supportLists]-->2.      <!--[endif]-->La violencia del caucho y la memoria indígena amazónica.
<!--[if !supportLists]-->3.      <!--[endif]-->Encuentro de Narradores Orales.
Temario:

1. Tradiciones orales y literaturas orales
2. Historias populares, memorias y testimonios
3. Interculturalidad y tradición cultural
4. Saberes y comunidad: educación, culturas y oralidad
5. Memorias indígenas sobre la violencia del caucho
6. Culturas amazónicas y tradiciones orales
7. Balances y perspectivas de las tradiciones orales en el Perú
8. Intersecciones, influencias y relaciones de fronteras en tradiciones orales
9. Epistemes del sur: propuestas teóricas.

Modalidad y sedes:
El Tercer Seminario tiene dos momentos: el Encuentro de Narradores Orales (Huaraz), que se realizará los días 1 y 2 de octubre 2012, propicia la participación de narradores orales. Y la realización propiamente dicha del III Seminario de Tradición oral y culturas peruanas (Lima), del 3 al 5 de octubre, comprende básicamente la presentación y discusión de avances de investigación y la discusión de balances o las temáticas planteadas, por eso comprenderá conferencias magistrales y mesas redondas y al mismo tiempo, la presencia de narradores.
Participantes:

- Narradores orales
- Críticos y estudiosos de la cultura
- Educadores
- Escritores, literatos y académicos
- Antropólogos, etnógrafos y folkloristas
- Público interesado

Ponentes y expositores:
Para la participación como ponente en el Seminario Internacional deberán hacer llegar las sumillas de ponencia. Esta debe contener 300 palabras como máximo. Incluye palabras claves y bibliografía básica. Se enviará copia al correo electrónico: culturasperuanas.tradicionoral@gmail.com

Plazo de entrega:
Envío sumillas, hasta el 30 agosto Aceptación de ponencias hasta el 31 de agosto 2012.

Organizan:

Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Facultad de Ciencias Sociales, Educación y Comunicación de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo; CAAAP 
al CAAAP Centro  Amazónico de Antropología y de Aplicación Práctica, Universidad Nacional de Trujillo, Ministerio de Educación/ Dirección de Educación Comunitaria y Ambiental); Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar; Memorias aec; Revista Con textos, Casa de la Literatura Peruana, Pakarina.

Comisión Organizadora:
Gonzalo Espino Relucé, Presidente  (UNMSM), Macedonio Villafán Broncano, Coordinador de la Comsión Académica (UNASAM), Manuel Cornejo (CAAAP),  Jacobo Alva Mendo (Memorias aec), Hildebrando Pérez Grande (UNMSM), Mauro Mamani Macedo (UNMSM, Con texto), Guillermo Gil Iparraguirre (Memorias aec), Milagros Carazas (UNMSM), Dante Gonzalez (Pakarina); Patricia Apaza , Coordinadora General (Imágenes y discurso), Gonzalo Cornejo (CELACP).

Comisión Académica:
Manuel Cornejo (CAAAP), Milagros Carazas (UNMSM), Jacobo Alva (Ministerio de Educación/Dirección de Educación Comunitaria y Ambiental), Dimas Arrieta (UNFV), Macedonio Villafán (UNASAM), Saniel Lozano (UPAO) Gonzalo Espino,  (UNMSM), 

Comité Ejecutivo:
Gonzalo Espino Relucé
Jacobo Alva Mendo
Macedonio Villafán Broncano
Patricia Apaza Espinoza

Comisión Narradores orales Huaraz
Segundo Castro García
Carlos Toledo Quiñones
Vidal Guerrero Támar

miércoles, 23 de mayo de 2012

Función de la Palabra_V. Santa Cruz 1

Victoria Santa Cruz : Me gritaron negra

Entrevista a Carlos García Miranda

http://decadaesencia.blogspot.com/2012/05/entrevista-carlos-garcia-miranda.html
 
 

Por Elías Nieto Raymundo

Carlos García Miranda fue finalista en el concurso "Cuento de las Mil Palabras", organizado por la revista Caretas en 1992 y diez años más tarde finalista del premio Copé de cuento. Internacionalmente ha obtenido el Primer Premio en el "Primer Concurso Iberoamericano de Cuento sobre la Discriminación", en Argentina, ha sido Finalista en el 4° Certamen Internacional de Relato Breve - 2007, organizado en España por el portal La Lectora Impaciente y obtuvo el segundo puesto en el "IV Premio Sexto Continente de Relato Negro", convocada por Ediciones Irreverentes en Madrid. 
Docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, magíster en Filología Hispánica por el Instituto de Lengua Española (Consejo de Investigaciones Científicas) y doctor por la Universidad de Salamanca, España. 




Empezaré con una interrogante que vincula, irremisiblemente, su labor de crítico con la de creador. En el sentido de exploración y confirmación de aparentes universos inconexos. Cuéntenos sus primeras experiencias como creador, en qué momentos escribía y cómo fue desarrollándose paralelamente con la de su formación como crítico literario.

Mi primera experiencia creativa ocurrió cuando mi profesor de Literatura nos dejó como tarea continuar el cuento "El vuelo de los cóndores", de Abraham Valdelomar, que terminaba cuando el homónimo del autor se despide de Miss Orquídea -la niña trapecista- en el embarcadero del pueblo. En mi versión, que fue publicada en el mural del colegio, Abraham viaja por varias ciudades del Perú buscando a la niña. Tanto me agradó esta experiencia, que seguí escribiendo extensas historias y poemas a lo largo de mi adolescencia. Pero más que escribir, leía mucho y de todo, incluso hasta los boletos del microbús y los trozos de revistas y periódicos que encontraba en la calle. Era como una enfermedad, por lo menos eso me decían en casa. Logré controlar más o menos esta manía cuando terminé el colegio, conseguí un empleo de medio tiempo y pude dedicar las tardes –hasta más o menos las siete- a leer a todas mis anchas en la Biblioteca Nacional de Lima. Leí con tal voracidad que de alguna manera me curé de la manía de leer cualquier cosa -aunque a veces, frente a algunos libros, me asalta la duda. Fue en la universidad donde, por exigencias del estudio, tuve que ser un lector más selectivo y profundo. En esta nueva etapa empecé a desarrollar paralelamente la creación literaria y la crítica, gracias al estímulo de mis profesores y compañeros de estudio. En pocos años –no más de tres- había terminado un libro de cuentos –premiado en los Juegos Flores universitarios de 1992-, fundado, junto otros amigos, una revista de crítica literaria –Dedo Crítico- y publicado reseñas y artículos en revistas y periódicos. Así he seguido, hasta ahora, que llevo ya terminados dos libros de cuentos, dos novelas, tres tesis –una de ellas publicada-, y muchos artículos publicados en diversas revistas de la especialidad. En todo ese tiempo, al margen de las exigencias formales propias de cada caso –cuento, novela, ensayo, artículo académico o tesis-, siempre he tenido en claro que lo fundamental para llevar a buen puerto estos textos es tener algo que decir. Sin ese impulso –una imagen, idea, problemática-, toda escritura está condenada al fracaso.

Existen creadores que ejercen la crítica, estos han recibido una serie de calificativos como de "críticos practicante" según Eliot o practicantes de una comprensión hermenéutica desde el hacer-ser artístico según la clasificación de Mignolo, pero ¿Cómo llamaríamos a los críticos que ejercen la escritura creativa? ¿Ud. cómo se autodenominaría?

Desde una perspectiva teórica puedo aceptar la pertinencia de establecer categorías y distinciones entre la creación literaria y la crítica literaria, donde en la primera se subraya el aspecto "creativo" y el "reflexivo" en la segunda. En ese sentido, hasta podría estar de acuerdo con los planteamientos de T. S. Eliot y con el mismo W. Mignolo. Pero si enfocamos el tema desde un plano de la experiencia creativa esos argumentos se difuminan, pues ningún creador que también ejerce la crítica puede ser en un momento solamente "creativo" y en otro "reflexivo". Siempre es uno mismo, y siente que todo acto escritural es creativo y, a la vez, reflexivo. No me imagino al Vallejo poeta, dejando de ser poeta cuando escribió

Contra el secreto profesional, o a Vargas Llosa menos narrador al escribir sus ensayos y artículos, y mucho menos a Arguedas dejando de ser ese atormentado fabulador del mundo andino cuando escribió "No soy un aculturado". Eran las mismas personas, lo que cambió es el producto –poema, cuento, novela, ensayo, tesis- es decir lo que cambió fue el estilo, la forma de concretizar su necesidad de expresarse. Por consiguiente, yo pienso que el asunto no es si eres "creador" o "crítico" sino si tienes la habilidad suficiente para expresarte en distintos estilos y responder a diferentes exigencias formales. Personalmente, me siento más cómodo escribiendo cuentos y novelas, pues me permiten mayor libertad formal, aunque hay un mayor desgaste emotivo –puede ocurrir que te provoque conductas suicidas. Los artículos académicos y, sobre todo, las tesis me suelen provocar tedio, pues exigen una estructura, tipo de redacción y selección de contenidos más "reglamentados" que otras formas de expresión literaria, pero sus satisfacciones económicas suelen ser más inmediatas.


 En este mismo sentido, suele existir una común aseveración que descalifica al crítico y teórico literario que ejerce la escritura creativa, salvo raras excepciones como las de Eco por ejemplo. ¿Cree Ud. que un crítico es incapaz de realizar una labor creativa?

Bueno, tomando en cuenta mi anterior respuesta, obviamente que no. Lo que sí es cierto es que –salvando contados casos, como el de Umberto Eco- la mayoría de buenos críticos y teóricos de la literatura son muy malos creadores, como también ocurre que los grandes novelistas y poetas no suelen ser los mejores críticos o teóricos. Hay muchos, demasiados, casos que no menciono para evitar herir susceptibilidades poéticas e intelectuales.


¿Cuáles cree Ud. que son los argumentos capaces de rebatir las causas esgrimidas por quienes defienden ideas como la arriba expuesta? Ideas como las que sostienen que "el manejo de distintas categorías teóricas ejercen un contundente raciocinio en el sujeto, éste piensa en abstracto y todo lo ve objetivamente" ¿Qué opina Ud. al respecto? (Podría asociarnos su experiencia y lo que percibía en algunos miembros de su generación).

Mira, en principio creo que no hay incompatibilidad entre ejercer la creación literaria o la crítica, y que todo depende de la habilidad y talento de cada uno. Pero también pienso que, de hecho, el ejercicio de ambas puede influir en un aspecto muy importante para la creación: la prosa. Por ejemplo, entre el primer Mario Vargas Llosa, de La ciudad y los perros o Conversación en la Catedral, donde presenta una prosa coloquial, rápida, fresca, atenta a los rasgos orales de sus personajes, y el último Vargas Llosa, de El sueño del celta, de prosa más tediosa, a ratos excesivamente descriptiva y menos atenta a los giros coloquiales de sus personajes –por ejemplo, los amazónicos-, se denota el impacto de varias décadas de ejercicio crítico, que ha convertido su novela en una contundente denuncia de la barbarie del colonialismo occidental. Lo contrario ocurre con Octavio Paz, cuyo registro poético domina todos sus ensayos, al punto de convertir las tesis centrales de estudios como El laberinto de la soledad en grandes metáforas, en este caso sobre la identidad mexicana. En ambos casos, por tratarse de grandes escritores, han salido bien librados de este contacto entre los rigores que exige la redacción crítica y las libertades que otorga la prosa literaria, produciendo obras de excelente factura, como son las mencionadas líneas arriba. Entonces, más que un problema de categorías teóricas o abstracción de pensamiento, el ejercicio al unísono de la crítica y la creación presenta un problema para la redacción académica y prosa literaria que, dependiendo del talento del escritor, puede librarse exitosamente. Ahora, también pueda pasar que con el tiempo un escritor vaya siendo consciente de sus capacidades y limitaciones y termine decidiéndose por una de las actividades. Recuerdo el caso de José Miguel Oviedo, Miguel Ángel Huamán y Camilo Fernández Cozman, que empezaron como buenos poetas y hoy se dedican exclusivamente a la crítica. Y también el caso contrario, como Róger Santivañez, que empezó como un buen estudiante de literatura, crítico en ciernes y alumno predilecto de Antonio Cornejo Polar, y que un buen día decidió dedicarse sólo a la poesía.


Otra de las ideas constantemente discutidas, problematiza la concepción o pertinencia de lo "subjetivo" dentro de la literatura en general. Existen diversas posiciones, por ejemplo, que plantean el despojo total de lo subjetivo dentro de la crítica literaria y otra que postula el aumento de lo objetivo dentro de la creación. ¿Cree que esto tiene sentido en razón al ejercicio crítico y/o artístico?
 
El signo de la literatura es la libertad, por tanto no se puede poner cortapisas a su realización. Y cada vez que se tratado de dominar su genio con dogmas estéticos, categorías teóricas o decretos de gobierno han fracasado. Aunque, es cierto que la objetividad "debería" ser el sino de la crítica, pero eso, más que una condición.


 ¿Por qué cree Ud. que estas y otras ideas se mantienen arraigados en muchos críticos y escritores? O ¿Se tratará de una "envidia profesional", como alguien dijo por ahí, que busca negar lo que se hace o simplemente calificarlo de malo?

Esas "ideas" han existido siempre, aunque en algunas épocas han sido más evidentes que en otras. En el Perú, donde la institucionalidad literaria es débil, pueda que sea mayor y eso impida un diálogo fluido entre ambas partes, como ocurre en otros países, donde es difícil imaginar a un narrador liándose a golpes con un crítico en un conversatorio, tal como ocurrió hace unos años en la Universidad Católica. Incluso, hace poco unos profesores e investigadores de la U. de Lima, en un afán de ser objetivos y democráticos, prepararon una antología de poesía peruana previamente consultada a un centenar de profesores, críticos y poetas que ejercían la crítica. Sin embargo, apenas fue conocida la lista de seleccionados los integrantes de Horazero, famosos por auto-nombrarse "poetas representativos de la década del setenta", comenzaron a difundir libelos contra los promotores de la antología, descalificando, cual gremio de fascistas, a todos los que intervinieron con buena voluntad en esa empresa. Esto revela, lamentablemente, la mentalidad subdesarrollada de algunos núcleos de escritores en el Perú, que tratan de suplir su mediocridad artística con actos petardistas y mezquinos.
 
Quisiera terminar preguntándole ¿en qué campo se siente más a gusto al trabajar? ¿Qué significan para Ud. los premios que obtiene en el extranjero? Y ¿Qué proyecto nos tiene preparado Carlos García Miranda?

Obviamente la creación literaria, por todo lo expuesto, siempre resulta más placentera que los rigores que impone la redacción de artículos, ensayos o tesis, aunque, pasadas las primeras páginas o capítulos, cuando ya las ideas están claras y comienzan a fluir, no dejan de proporcionar cierto placer. Además, está el tema de los momentos creativos –que los griegos llamaban "furor poético"-, que no suelen ser prolongados, sino más bien –por lo menos en mi caso- breves e intensos: aparecen súbitamente y se van, dejándome una imagen que borroneo apuradamente en alguna libreta y que luego, dependiendo del impulso, desarrollaré en forma de poema, cuento o novela en tiempo indeterminado. En la investigación literaria, dependiendo del plan que se proponga, se puede tener mayor dominio de estos momentos, organizando las horas que se puede dedicar tanto a la lectura de la bibliografía como a la redacción del trabajo en sí.
Con respecto a los premios, sin considerarlo una finalidad, me resultan un buen estimulo para seguir escribiendo, pues a veces resulta –pocas en realidad- que teniendo en mente la fecha de cierre de un concurso determinado logro terminar un cuento o, incluso una novela. Asimismo, el lograr el primer premio o una mención ayuda a fortalecer la confianza en uno mismo, sin la cual creo que poco se puede avanzar en el oficio de escritor. Incluso, el perder también ayuda, pues se trata de contraponer una verdad –la fe en uno mismo como escritor- frente a la de otros –el jurado- que, valga a saber por qué motivos, dejaron de lado tu trabajo. En realidad, se puede afirmar con poco margen de error que no hay escritor que en algún momento de su vida no haya tenido una experiencia en concursos literarios. El caso más emblemático que conozco es el de Roberto Bolaño solía enviar un mismo cuento a diferentes concursos, tomando la precaución de cambiarle el título y verificar en las bases que de ganar no sería publicado, para así poder volver a enviarlo a otro.
Sobre mis proyectos, pues te diré que en unos meses debe salir mi estudio sobre el tratado sobre religión andina de Polo de Ondegardo, un cronista español del siglo XVI, además de algunos artículos sobre la crónica de Felipe Guaman Poma de Ayala, cronista indígena de finales del siglo XVI. También espero que pronto pueda ver la luz mi colección de cuentos Superficies, finalista en el concurso internacional de España y con varios cuentos premiados en otros concursos, y mi novela El hombre de Pompeya, un road movie que transcurre en Lima, Madrid, París y Roma. sine qua non, es un deseo difícil de cumplir, por no decir imposible; del mismo modo, es imposible ser absolutamente subjetivo en la creación, pues de hecho tomamos todo lo que queremos de nuestro entorno, incluso a veces historias de otros… 










martes, 22 de mayo de 2012

Carlitos García Miranda en mi memoria

(1967-2012)



Magaly Vera

Conocí a Carlitos cuando ambos estudiábamos literatura en San Marcos. Él ya había culminado sus estudios de educación en la Villarreal, pero sentía que no era suficiente, asi que decidió seguir literatura.  Era de una base después de la mía. Tenía una mirada que parecía que te miraba de reojo, eso siempre me sorprendió de él. De su grupo, era el más amable y atento. Siempre tenía una sonrisa franca que ofrecerte para el saludo. Nunca olvido aquella vez que lleno de angustia me confeso que su familia no veía muy bien su elección de literatura “¿comerás con eso”- le decían. Eso y muchas otras preguntas irónicas que le lanzaban, hizo que solo le quede una solución: mudarse de casa y no oír más reproches y ofensas que herían su ego, lo más sensible que tiene un poeta. Su decepción, su impotencia, hizo que se golpee la cabeza en una de las paredes del bus en el que íbamos. Me asustó su reacción, y sólo atine a decirle que sólo es una etapa de vida, que ya después nos acordaríamos de todo esto como una anécdota, como un cuento, es más le daríamos forma en algún capítulo de alguna novela aun sin escribir. Sólo se calmó cuando bajamos en la Av. Venezuela. Caminamos luego sin decir una palabra y ya nunca volvimos a tocar el tema. Creo que ahí su gran salvación fue la hija de la Sra. Pratto, su primera esposa.

Dicen que las mujeres nos enamoramos por admiración y ella admiraba la terca perseverancia de Carlitos en culminar literatura pese a las carencias por las que atravesaba, en escribir, en pulir cada oración de sus escritos. Tenía varios trabajos y aun así se daba tiempo de recoger a su musa todos los días de la Casona de San Marcos, y todos los días nos encontrábamos por Jr. Camaná que es donde quedaba el centro de idiomas de la Católica donde estudiaba. El tramo de la Av. Tacna a su destino, era largo, pero lo hacía religiosamente. Por eso no entendí como ese amor, esos 5 años que duro su romance y que culmino en boda, termino. Yo ya había terminado con mi pareja de aquel entonces, Daniel Mathews, pero por haber empezados ambas parejas el mismo día (mayo) y al haber sido cómplices también esos 5 años, nos sentíamos en deuda con ellos. Así que tuvimos que ir juntos a la boda, pese a la separación. Fue una boda hermosa, con ollitas de barro decoradas con un moño rojo y a cuadritos que finalizaban en una blonda blanca. Carlitos estaba impecablemente enternado y ella, era la chica de rojo. De ahí le perdí el rastro. Él se sumergió en la investigación, en la literatura, y logró cosechar muchos premios como el Copé, entre otros. También una Beca a España. Su fama se extendía por fronteras.

Cuando fui a Huancayo, Manuelito Baquerizo, un gran amigo mío, me reprocho el no haberle llevado un ejemplar suyo. Pero no hubo problema, Carlitos me dio varios para llevárselos. Siempre amable él. De ahí era infaltable encontrármelo en las Ferias de Libros y ocasionalmente en el Facebook.

El tiempo le dio la razón a Carlitos: había nacido para la literatura pese al no apoyo de su familia. Felizmente encontró su alma gemela en España, una filologa, que al igual que él tenia amor por las palabras; una pareja (a quien no conocí) que lo entendió y lo acompaño en sus aventuras literarias hasta el final o el inicio, ya no sé.

De las bases 87, 88 y 89 de literatura, que por cierto éramos contaditos con los dedos de la mano, tú te nos adelantaste amigo. Ya nos encontraremos más adelante para platicar como antes, sentados en el piso de algún pasillo de San Marcos.

Hasta luego Carlitos.

Maga